“°Si no te extraña, no te quiere!” : Pensamientos y reflexiones sobre el resentimiento.

WARNING! LONG POST.

El día de hoy quiero aprovechar este espacio para escribir sobre la siguiente frase:

 

“Quien no te busca no te extraña y quien no te extraña no te quiere.

La vida decide quién entra, pero tú decides quien se queda.

La verdad duele una sola vez y la mentira duele siempre, por eso valora quien te valora, no trates como prioridad a quien te trata como opción.”

                                                                                                              ~ A. Wiseman

 

Seguido me topo en tumblr, twitter, facebook, blogs, etc. Con que muchas personas ponen fragmentos de esta frase o toda completa.

En primera impresión resulta ser una frase llena de sabiduría ancestral budista, aunque ciertamente algo exagerada. Lo que me llama la atención es la razón por la que la llegan a publicar, siendo en mi opinión: ardimiento, resentimiento, enojo, falsa sensación de superación. ¿Por qué? Por las siguientes razones:

1, concluye que por la simple y sencilla razón de que alguien no te busque por un determinado periodo de tiempo (que algunas veces resulta ridículo si es unos días, semanas o meses) pero la conclusión final es que si en este periodo de tiempo absurdo alguien no te busca significa que NO TE QUIERE, que no vales nada para él y que no le importas en última instancia. Punto. ¿En serio? Y si alguien no te busca, por qué no se hace algo loco como por ejemplo.. no sé… tal vez… BUSCARL@ TU MISM@!?!?

A lo que se me figura que hace alusión esto es a tomar una postura orgullosa y bastante cómoda en la que le cedemos a la otra persona (nuestro “ser querido”) la “obligación” de tener que mantener el contacto frecuente para que de esta manera “estemos bien mutuamente”, que me demuestre continuamente que soy querido y de esta manera que no termine resintiéndolo, odiándolo y poniendo frases indirectas en redes sociales para hacérselo saber.

2, no trates con prioridad a alguien que te trata como opción; ¿y si en lugar de tratar y hacer distinciones por algunas personas comenzáramos a tratar a todos igual? Tratarlos de la manera que nos gustaría que nos trataran y no siendo hipócritas o egoístas al respecto de quien recibe nuestra completa atención/simpatía/amistad. Es una idea pues.

3, valora a quien te valora; En el fondo también a todos nos encanta ser la víctima o ponernos en este papel, porque facilita las cosas, atrae atención y nos da la sensación de que nos ayuda a conseguir lo que queremos. Muchas veces lo consigue y es por esto que seguimos repitiéndolo.

Ahora todo esto anterior me permite tocar un punto que es en realidad el que me interesa hablar: el resentimiento hacia los demás.

Las personas somos muy resentidas hacía los demás.

Está en nuestra naturaleza sentir o expresar nuestro enojo hacia alguien que no nos trata de la manera que esperamos y que creemos que merecemos. Casi siempre estamos en conflicto porque las personas a nuestro alrededor no nos dan lo que queremos que nos den, y esto genera una inconformidad dentro de nosotros o resentimiento. Sea algo sencillo como que nuestros padres no nos compren ese juguete/helado/etc que queremos; en el restaurante con el mesero que comete un error en nuestro pedido o en el caso de la frase, con esa persona que no nos da la atención como esperamos que nos la dé.

En el fondo resentimos cuando las personas no nos expresan amor, pero no solo esto sino que también llegamos al resentimiento cuando no nos lo expresa de “de la manera y forma que esperamos” (cómo esperando que por arte de mágia sepamos la forma exacta en que debemos actuar por los demás para cumplir sus caprichos) Y para empeorar un poco la situación, nuestro ego nos convierte en un ser vengativo. Los seres humanos somos muy vengativos. Causamos daño porque nos han causado daño.

A lo largo de mi vida me ha tocado encontrarme con personas muy resentidas, a un punto que siguen utilizando eventos pasados para volver a traer ese resentimiento al presente, como guardando la espinita para volver a picarte cuando es necesario. En la primera oportunidad que surge sacan la espinita como a manera de recordarte que mantenemos este dolor presente. Nos es difícil dejar ir y olvidar faltas pasadas. Siempre nos encanta guardar elementos que nos permitan echarle la culpa a alguien más por nuestro estado actual, porque de esta manera son los demás o X persona la que es responsable de que nos sintamos mal. Hacemos responsables a los demás por nuestro estado de infelicidad. Podemos culpar a los demás y de esta manera volver a la posición cómoda de ser la víctima de la vida buscando obtener lo que queremos. Aunque muchos ignoramos que la culpa es un resentimiento hacia uno mismo en realidad.

La clave de todo esto esta, creo yo, en 2 puntos: aprender a perdonar/dejar ir y dejar de lado las expectativas/idealizaciones que tenemos en los demás.

Por un lado, mantener el dolor por faltas pasadas solo es una prueba de falta de perdón, hacia uno mismo y hacia la otra persona que cometió la falta. No dejar pasar este acto no solo termina lastimando constantemente a la otra persona sino que nosotros mismo también nos hacemos daño cada vez porque revivimos este dolor del pasado, una y otra vez en cada oportunidad. ¿por qué no dejarlo ir? Lo mantenemos porque nos otorga una especie de satisfacción momentánea, algo negativa pero satisfacción en última cuenta. Pero, ¿de veras vale tanto la pena quedarse aferrado a este tipo de recuerdos?

El otro punto tiene que ver con dejar de construir imágenes mentales de cómo deberían ser los demás. Debemos dejar que los demás sean como son, no tratar de cambiarlos o controlarlos para que actúen como yo quiero que actúen. Dejar de esperar de los demás y renunciar a la idea de que las cosas deben ser de cierta manera para funcionar bien, como por ejemplo que tu pareja debe tener ciertos detalles y actitudes para que sea apropiada, o que tus amistades deben comportarse de tal forma, entre otros.

Podría seguirme extendiendo mucho en el tema, pero para guardar algunas ideas para el siguiente post, dejémoslo hasta aquí con un pequeño ejercicio de reflexión personal. Por un momento pensemos en alguna situación en la que hayamos usado algún acontecimiento pasado, alguna memoria para recordarla y usarla para lastimar a alguien ya sea contradiciéndola, recordándole este momento en especial. Recordemos. Tal vez incluso haya alguna que sea muy frecuente y con cierta persona en específico. Ahora, en lugar de concentrarnos en el hecho en sí y sin juzgarlo como bueno o malo, mejor enfoquémonos en: “¿qué es lo que siento en mí cuando traigo este evento y lo uso con la otra persona?” ¿qué emociones/sentimientos nos trae? ¿nos sentimos engrandecidos o superiores por mostrarle su error al otro? ¿sentimos que tenemos la razón y el otro está equivocado? ¿qué  sentimos que ganamos? Lo interesante es ¿qué sensación de satisfacción me trae este evento para seguirlo usando y recordando a cada momento? Y posteriormente vendría la siguiente pregunta: ¿qué sentiríamos si dejáramos ir esto? ¿Nos sentiríamos indefensos? ¿Qué valemos menos o que estamos mal?

Piénselo. Yo creo que la parte importante del cambio comienza por conocer y hacernos conscientes de cómo somos y por qué hacemos las cosas que hacemos.

Knowing oneself is the first step in knowing everyone else…