El segundo paso hacia el amor es: aprende a transformar tus venenos en miel…
Mucha gente ama, pero su amor está muy contaminado con venenos, con odio, celos, furia, posesividad. Mil y un venenos asedian tu amor. El amor es algo delicado. Detente a pensar en la ira, en el odio, en la posesividad, en los celos. ¿Cómo puede el amor sobrevivir?
Recuerda una cosa: nunca hagas nada cuando el veneno se apodere de tu estado de ánimo, simplemente espera. Cuando el veneno empiece a cambiar…
Esta es una de las leyes básicas de la vida: todo cambia continuamente. Como te habÃa dicho, el hombre se vuelve mujer y la mujer se vuelve hombre, porque periódicamente ocurren cambios en ti. El hombre bueno se vuelve malo y el malo bueno; el santo tiene momentos de pecador y el pecador, de santo… uno sólo tiene que esperar.
Sólo espera. Si esperas y haces las cosas sin prisa, un dÃa te sorprenderás al ver el cambio interno. Estabas lleno de ira y la ira iba aumentando y aumentando hasta que llegaste a un clÃmax… y entonces el curso de las cosas empezó a cambiar. Y puedes ver que está cambiando y la furia va desapareciendo y la energÃa liberándose. Entonces estarás en un estado de ánimo positivo: el ánimo creativo. Ahora puedes hacer algo. Hazlo ahora.. Espera siempre el momento positivo.
Si, otro post de Osho. Este está un poco extenso porque entra en diferentes ideas, asà que lo voy a dividir en varias partes. Asi que mpecemos con el primer punto:
El primero: estar aquà y ahora, porque el amor sólo es posible en el “aquÃ-ahoraâ€. No puedes amar en el pasado.
Muchas personas viven simplemente de recuerdos, amaron en el pasado. Y hay otros que aman en el futuro; eso tampoco se puede hacer. Estas son formas de evitar al amor. El pasado y el futuro son las formas de evitar al amor.
De modo que amas en el pasado o amas en el futuro y el amor es sólo posible en el presente porque sólo en este momento la vida y la muerte se encuentran.. . en el oscuro intervalo que está dentro de ti. Ese intervalo oscuro está siempre en el presente, siempre en el presente, siempre en el presente. Nunca es pasado y nunca es futuro. Si piensas demasiado—y pensar es siempre o del pasado, o del futuro—tus energÃas se separarán de tus sentimientos. Sentir es estar aquÃ-ahora. Si tus energÃas se mueven en función del pensar, entonces no tendrás suficientes energÃas para adentrarte en los sentimientos y el amor no será posible.
Porque todavÃa no eres. Hay un vacÃo interno y el miedo de que, si te relacionas con alguien, tarde o temprano descubrirán que estás vacÃo. Por eso parece más seguro mantener una cierta distancia de la gente; al menos puedes fingir que eres.
No eres. Aún no has nacido, eres sólo una oportunidad. TodavÃa no eres una plenitud, y sólo dos personas plenas pueden relacionarse. Relacionarse es una de las cosas más grandes de la vida: relacionarse significa amar, relacionarse significa compartir. Pero antes de poder compartir, debes tener. Y antes de poder amar debes estar lleno de amor, desbordante de amor.
Dos semillas no pueden relacionarse, están cerradas. Dos flores sà pueden relacionarse; están abiertas, pueden ofrecerse su fragancia mutuamente, pueden bailar al mismo sol y al mismo viento, pueden tener un diálogo, pueden susurrar. Pero eso no es posible para dos semillas. Las semillas están completamente cerradas, sin ventanas, ¿cómo se van a relacionar? Y esa es la situación.
Cuando nace, el hombre es una semilla; puede llegar a ser una flor, puede que no. Todo depende de ti, de lo que hagas contigo mismo; todo depende de si creces o no. Es tu elección, y hay que afrontar la elección a cada momento; cada momento estás en la encrucijada. Millones de personas deciden no crecer. Permanecen como semillas; permanecen como potencial, nunca se hacen realidad. No saben lo que es realizar el propio potencial, no saben lo que es la autorrealización, no saben nada sobre ser. Viven completamente vacÃos, mueren completamente vacÃos. ¿Cómo van a relacionarse?
Será exponerte a ti mismo, tu desnudez, tu fealdad, tu vacÃo. Parece más seguro mantener una distancia. Incluso los amantes mantienen una distancia; sólo llegan hasta un punto, y permanecen alerta para ver cuándo retroceder. Tienen lÃmites; nunca cruzan los lÃmites, permanecen confinados en sus lÃmites. SÃ, hay una especie de relación, pero no es la de relacionarse, sino la de la posesión. El marido posee a la mujer, la mujer posee al marido, los padres poseen a los hijos, y asà sucesivamente. Pero poseer no es relacionarse. De hecho, poseer es destruir todas las posibilidades de relacionarse.
vivir en peligro, en peligro constante. Quien quiera alcanzar las cimas tiene que arriesgarse a perderse. Quien quiera ascender a las cimas más altas tiene que arriesgarse a caer de alguna parte, a resbalarse. Cuanto mayor es el anhelo de crecer, mayor es el peligro que hay que aceptar. El hombre verdadero acepta el peligro como su estilo mismo de vida, como la atmósfera misma de su crecimiento.
De hecho, se relaciona veinticuatro horas al dÃa. Si camina por la tierra, se relaciona con la tierra… al tocar sus pies la tierra, se está relacionando. Si nada en el rÃo, se relaciona con el rÃo, y si mira las estrellas, se relaciona con las estrellas.
No se trata de relacionarse con alguien en particular. El hecho básico es que, si eres, toda tu vida se vuelve un relacionarte. Es una canción constante, una danza constante, es una continuidad, es un flujo como un rÃo.
Medita, encuentra tu propio centro primero. Antes de poder relacionarte con otra persona, relaciónate contigo mismo. Este es el requisito básico que hay que cumplir. Sin esto, nada es posible. Con esto, nada es imposible.
Sobre buscar pareja, expectativas, decepciones en relaciones y la importancia de buscar eso que nos mueve en lugar de eso que nos conviene en una relacion. Con una bonita metáfora de pasteles xD
Sobre el compromiso, la duracion de relaciones, libertad y miedo a perderte experiencias y quedarte siendo potencialmente todo, realmente nada.
Sobre rechazo en relaciones y el apego a personas que no te corresponden de la manera que quisieras.
Sobre la incapacidad de estar solo un momento contigo mismo.
Merece la libertad quien lucha por ella todos los dÃas.
La libertad es ser quien soy y no lo que los demás esperan que yo sea. Incluye mi libertad de decidir dónde quiero estar en cada momento.Libertad es pensar lo que pienso y no necesariamente lo que deberÃa sentir,o lo que otros hubieran sentido, o lo que esperan que yo sienta.
La sensación de libertad, como cualquier otra, es intransferible. Aún si estás en la oficina, o haciendo algo que no te gusta, estás eligiendo, estás haciendo uso de tu libertad.
Es imposible. No hay algo como “mi vida”, y no tengo una vida. Soy vida. Yo y la vida son uno. No puede ser de otra forma. Asà que ¿cómo podrÃa perder mi vida? Para empezar, ¿cómo puedo perder algo que no tengo? ¿cómo puedo perder algo que soy? Es imposible.
La verdad es inseparable de lo que usted es. SÃ, usted es la verdad. El mismo Ser que usted es, es la verdad.
Jesús trató de expresar eso cuando dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Estas palabras son unas de las señales más poderosas y que apuntan más directamente hacia la verdad, si se entienden correctamente.
Jesús habla del yo soy más Ãntimo, de la identidad esencial de todo hombre y la mujer, de toda forma de vida, de hecho. Habla de la vida que usted es. Algunos mÃsticos cristianos lo han llamado el Cristo dentro de uno; los budistas lo llaman su naturaleza de Buda; para los hindús, es el Atman, el Dios que mora en el interior. Cuando usted está en contacto con esa dimensión en su interior (y estar en contacto con ella es su estado natural, no un logro milagroso), todas suss acciones y relaciones reflejarán la unidad con toda la vida que usted siente profundamente dentro de usted. Esto es Amor.
Ninguno de nosotros es 100% honesto, 100% del tiempo.
El ego exige admiración y respeto, y por ello buscamos vernos como “el bueno de la pelÃcula”. Si fuimos demasiado perezosos para trabajar durante el fin de semana, tal vez usemos a nuestros seres queridos como excusa diciendo “¡La familia es primero!”, cuando sabemos que habrÃamos podido encontrar el tiempo entre ver televisión y navegar en la web. Cuando participamos como voluntarios todo el dÃa en un comedor popular, es lo primero que queremos contarles a nuestros amigos; pero si le gritamos a un colega de trabajo o lastimamos a un allegado, es poco probable que esto sea nuestra próxima actualización de estado en Facebook.
¡Esto le ocurre hasta a las personas más espirituales! Tal vez queramos inspirar a más personas a caminar nuestro camino y, por ende, fingimos ser seres humanos perfectos; queremos que la gente crea que no tenemos ego y que nuestra vida no tiene conflictos.
Al final, la verdad surge.
Esta es una gran razón por la cual muchos de nosotros caemos en el trabajo espiritual. Intentamos demostrar cuán buenos somos en el exterior pero, en el interior, realmente no somos lo que aparentamos.
Desarrollar la Luz interior es un proceso de transformar la negatividad que nadie ve enterrada dentro de nosotros. Lo importante es no mentir (a los demás o a nosotros mismos) en un esfuerzo por cubrir esa negatividad. No pasará mucho tiempo para que comencemos a creer la mentira y a perder nuestro trabajo espiritual.
Vivimos en una cultura que glorifica la autopromoción, pero intentar lucir “más grande” de lo que somos nunca nos traerá realización genuina. Ésta sólo proviene de aprender a “reducir” nuestro ego para que podamos encontrar aceptación y verdad. La aceptación de nosotros mismos conlleva a la aceptación de los demás.
Exponer nuestra negatividad a los demás es exponerla a la Luz.