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Te Dejo

Posted by Squall on Nov 9, 2014 in Love Lessons, Otros Blog Posts

Muy buen escrito originalmente posteado en: http://www.lasubastademivida.com/2014/07/te-dejo.html

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Te dejo porque pinté susurros para los que, los únicos oídos sordos, fueron los tuyos.  Te dejo porque el dejado fui yo desde el momento en el que comencé a ser el único que besaba. Te dejo porque he sido un yo contigo. Un yo contigo en el que he perdido una importante parte de mí.
La parte con la que soñaba.

Te dejo porque has ralentizado mis ganas, mis sueños y casi todas mis emociones. Porque te has convertido en un ibuprofeno de lo que sentía hacia ti. Porque has sido un tropiezo en mi vida, las espinas de mi rosa y, en esta relación, una experiencia más agria que dulce.

Comencé a tu lado lo que, creía, sería el libro más bonito de la historia. Aquel al que no se le terminaran los capítulos, aquel en el que me apeteciese doblar la esquina de cada página para recordarme que, en ella, había algún instante inolvidable plasmado en la memoria de nuestra relación. Y, sin embargo, no hice más que coleccionar páginas en blanco. Espacios vacíos en los que escribir aquello que, diariamente, quería que sucediese. Un libro al que terminaron poniéndole tinta mis sueños frustrados, la forma en la que no me mirabas, y las caricias que no recibí.

Una obra titulada “Ojalá tú”.

Un libro que hoy saco de la estantería de mis esperanzas vacías, para venderlo en una tienda de segunda mano. Una tienda en la que además, todo aquello que se vende, son sentimientos en liquidación.

Te dejo.

Pero sobre todo, si te dejo con algo, es con las ganas.

Con las ganas de haber podido saber lo que hubiera sido nuestra vida en común. Con las ganas de que me quedase contigo aún recibiendo una cuarta parte de lo que te daba. Con las ganas de que me conformase con lo que ni siquiera merecía y, con las ganas, amiga, de que te dijera a todo que sí.

Así que llegados a este punto, y tras agotar la paciencia que nunca tuve, te confieso que soy intolerante. Intolerante a la infelicidad. Tú has sido mi alergia, y nuestra relación un sarpullido. Hoy entiendo que lo único en común que hubo entre nosotros, fue la idiotez.

La mía, la que tuve cuando decidí quedarme contigo.

La tuya, la que llevas impregnada en ti.

 
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No te enamores de una mujer que se hace la difícil

Posted by Squall on Jan 22, 2014 in Love Lessons, Otros Blog Posts

Leído y tomado de este blog: http://www.belelu.com/2013/07/no-te-enamores-de-una-chica-que-se-hace-la-dificil/?fb_action_ids=10152169612889275&fb_action_types=og.likes&fb_source=other_multiline&action_object_map=[513257558722817]&action_type_map=[%22og.likes%22]&action_ref_map=[]

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No te enamores de una mujer que se hace la difícil

…aun si lo verdaderamente difícil es no enamorarte de ella.

No te enamores de una mujer que se hace la difícil. Porque la mujer que se hace la difícil es errante, desconocida, cambiante: no sabrás describirla a ciencia cierta, a cuestión de adjetivos comunes. La mujer que se hace la difícil muta, cambia, deja, se aleja, vuelve, se arrepiente. La mujer que se hace la difícil lee, escribe, canta, actúa, baila, trabaja y estudia con mucho pesar al siempre tener conflictos con la autoridad y los trámites. La mujer que se hace la difícil se gana la vida por sí sola, no necesita de nadie que la ayude para ser todo lo que quiere ser: ella misma.

Ya te digo, mi amigo, que no te conviene. Para empezar, enamorarla se cree que es imposible. ¿Rosas rojas? ¿Chocolates? ¿Animales de peluche? ¿Coqueteo? ¡Por favor! La mujer que se hace la difícil te aceptará las rosas con una sonrisa, las pondrá en agua, y no volverá a hablarte nunca más. La mujer que se hace la difícil evita comer chocolates, sabe que engordan, y es presa de la soluble vanidad presente en las revistas femeninas. La mujer que se hace la difícil odia a los animales de peluche, se empolvan y estorban; además, ya tienen de mascota a un gato. La mujer que se hace la difícil se sabe “el juego” del romance de pies a cabeza: sabe cuándo llamar, sabe cuándo colgar y, justo cuando crees que le llevas gran ventaja al escucharla decir que te echa de menos, se desvanecerá ante tus ojos.

Jamás podrás comprenderla, entenderla. No existen diccionarios ni manuales de instrucciones para mujeres difíciles, desgraciadamente. No podrás. Será como si ella te hablara en lenguas romances y tú humildemente contestaras con un “OK”. No se entenderán, no habrá comunicación. No sabrán cómo decirlo y ella, tenlo por seguro, no lo dirá primero: su orgullo quemaría su voz antes que poner ante ti una debilidad. Porque así son las tan complicadas mujeres difíciles: ven cualquier muestra de sentimientos, cariño o afecto como un punto débil al que nadie debe de tener acceso. Nunca vas a verla vulnerable.

Y no porque no sufra. ¡Todo lo contrario! Las mujeres que se hacen las difíciles sufren como nadie: lloran, se lamentan, no saben qué hacer, gritan, se enfadan, se decepcionan y vuelven a llorar porque tú hiciste algo malo y deshiciste algo bueno, o viceversa.

Se decepcionan. Se decepcionan terriblemente porque ellas esperan lo mejor de ti. Se decepcionan porque añoran el romance, la nostalgia y, sobre todo, la caballerosidad. Ay, la caballerosidad, ¡las hace soñar despiertas a las mujeres que se hacen las difíciles! Que no te engañe: al tú abrirle la puerta del lugar mientras ella se coloca enfrente de ésta con los brazos cruzados y la mirada indiferente, una parte de su enorme corazón se va contigo.

Porque las mujeres que se hacen las difíciles tienen un corazón enorme, grandísimo, de un tamaño gigante. Es por eso que se hacen las difíciles: protegen esa hermosa figura de vidrio de cualquier papanatas con manos sudadas que pueda provocar una tragedia. Por eso son frías, duras, distantes y distintas. Todo se conserva mejor en un ambiente frío, helado: un congelador que logre conservar sus sentimientos para largo; y ellas mismas deben ser fuertes, son el templo de ese tesoro. Además, siempre les gusta ser diferentes, ser las correctas y maduras sabelotodos que realmente, a simple vista, parece que lo saben todo.

Las mujeres que se hacen las difíciles son guapas, pero una parte en su interior se los niega al mirarse en el espejo; jamás descansarán hasta no ser indiscutiblemente más atractivas que esa prostituta o famosa actriz de anuncio que puedas encontrarte camino a casa. Las mujeres que se hacen las difíciles generalmente son altas; de ojos grandes y labios enmarcados, de pómulos rosados y ojos expresivos: los ojos de las mujeres que se hacen las difíciles son una verdadera obra de arte; nada es más expresivo, nada es más atrapante que los ojos de una mujer que se hace la difícil. Pues la mujer que se hace la difícil miente, engaña, pretende, disfraza y la única manera de saber lo que verdaderamente está en su mente, es mirarle los ojos fijamente: tal como la Gioconda tiene un código oculto en su lienzo.

No te enamores de una chica que se hace la difícil, no. Insisto: no sabes con qué te estás metiendo. Además de todo lo que ya te he advertido, estas mujeres son odiadas, criticadas, renegadas. La gente no parece comprenderlas, amarlas; en cambio, son bastante envidiadas. No tienes opción, por si fuera poco, porque si no abogas a su favor, te lo reprochará y si abogas por ella, se alejará de ti. Sin preguntar. Sentirá tu (inexistente) lástima hacia ella, tu falta de admiración; ella no quiere tu lástima, no la necesita. Ella sabe que esas personas no tienen cerebro y no le llegan ni a los talones. Punto. No hay más que discutir. A oídos sordos y ojos llorosos cuando nadie las está observando.

Porque las mujeres que se hacen las difíciles se protegen, se resguardan hasta de sí mismas. Lo exageran todo, dramatizan cada acto tuyo en una tragedia porque escriben, porque leen, porque les gusta crear historias en las que ellas no son más que un personaje y para ti, como actor secundario, hay una lista entera de suplentes.

No se enamoran, no creen en el amor; lo consideran una mentira de su peor enemigo: la sociedad. Ellas creen en la pasión, en el romanticismo, en el drama. Las mujeres que se hacen las difíciles se encaprichan, se enganchan, se aprisionan, se encierran a un solo objetivo aun si éste no es digno de ser el blanco de lo más amoroso de su ser. Porque las mujeres difíciles así aman: terca, dolorosa, y caprichosamente; pero jamás por siempre. No, no, no. Las mujeres que se hacen las difíciles cambian, cambian todo el tiempo una vez que tal objetivo ya es misión cumplida.

Las mujeres que se hacen las difíciles son infieles por naturaleza, con la justificación de ser románticas; nunca pueden ser sólo tuyas. Las mujeres que se hacen las difíciles te quieren a ti, echan de menos a otro, lloran por aquel que no conquistan de inmediato, sufren por el que se fue y las dejó atrás hace años, y a la única persona que aman es a sí mismas. Ya te lo digo, amigo, que son unas malditas. Cínicas. Van por allí con una sonrisita enmarcada en labios rojos y sin escotes vulgares, con esas palabras dignas de salir de una boca tan bella y tú, ingenuo, crees poder no sólo enamorarlas, sino incluso jugar con sus sentimientos. ¡Ingenuo! ¡Imbécil! ¡Bastardo! ¡Acabarás enamorado! Enamorado, dejado, rechazado. Triste. Y sin tu chica que se hace la difícil, que muy probablemente estará besando casualmente a algún desconocido al que vio muy atractivo físicamente y al que jamás va a permitirle volver a verla porque está consciente de que es un completo imbécil.

Y es que ellas tienen estas fantasías amorosas, tal como tú tienes tus fantasías sexuales. Ellas sueñan con besar a su profesor más joven, a un hombre mucho mayor, a un chico arrogante y rompecorazones con el que no tengan aparentemente nada en común, a un maldito imbécil que las destrozará y este dolor ya lo verán venir de manera que hasta podrán disfrutarlo como inspiración, a un modelo masculino que les parecerá un maldito maricón, a un deportista profesional con quien tan sólo llegarán a tener una relación cordial, a un actor famoso del que saldrán huyendo asustadas por sentir que éste invade su libertad, etc.

Sin embargo, a final de cuentas, las mujeres que se hacen las difíciles no son tan difíciles como aparentan. Existe una manera para llegar a su corazón: piensa en ella, échala de menos, sueña con ella, escríbele. No te garantizo que te amará, no te garantizo que no te rechazará; pero ten por seguro que ella, tal como le gusta leer cada tarde lluviosa, “valorará tu sencillo coraje de quererla”.

Para mantener a una mujer que se hace la difícil hay que dejarla, hay que perseguirla, hay que acorralarla, hay que soltarla, hay que ser un extraño y a la vez quien más la conozca, hay que darle su espacio, hay que ignorarla de vez en cuando y con una sonrisa coqueta, hay que dejarse crecer la barba, hay que aprender del arte y de la buena ortografía, hay que evitar aquellas mariconadas de asistir a su clase de pilates, hay que ser seguro de uno mismo o le darás asco con tus inseguridades superficiales, hay que ser intelectual y no aburrido, hay que ser guapo y arrogante porque feo y titubeante no le vas a servir para nada, hay que preferirla a ella de manera especial antes que a las demás, hay que darle libertad: libertad de irse, libertad de volver, libertad de quererte, libertad de odiarte, libertad de abofetearte y después besarte. Una pequeña conclusión con estas mujeres es que un “te odio” es la prueba más sincera que ellas tienen de decirte “me encantas, eres muy guapo”. Ellas no sueñan con cambiarte, ella sueñan con encontrar ese detalle del cual puedan escribir sobre ti.

Así pues, amigo, las mujeres que se hacen las difíciles no son tan difíciles una vez que te revelan el primero de los muchos misterios que su larga melena ondulada contiene: lo único complicado con una mujer que se hace la difícil es lo mucho que ella puede llegar a hacerte feliz.

 
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Evitar la felicidad para protegerse de la aflicción: El autosabotaje.

Posted by Squall on Jan 8, 2014 in Internetz, Life Lessons, Love Lessons, Otros Blog Posts

“We’re all seeking that special person who is right for us. But if you’ve been through enough relationships, you begin to suspect there’s no right person, just different flavors of wrong. Why is this? Because you yourself are wrong in some way, and you seek out partners who are wrong in some complementary way.

But it takes a lot of living to grow fully into your own wrongness. And it isn’t until you finally run up against your deepest demons, your unsolvable problems—the ones that make you truly who you are—that we’re ready to find a lifelong mate. Only then do you finally know what you’re looking for. You’re looking for the wrong person. But not just any wrong person: the right wrong person—someone you lovingly gaze upon and think, “This is the problem I want to have.” –Galway Kinnell

 

Como es costumbre y a forma de aclaración, no todos los post son de mi propia creación, pero si encuentro algo interesante que vale la pena leerse, copiarse y pegarse, tengan por seguro que lo compartiré por este blog también.

Este post muy bueno cortesía de Elsy Reyes en su blog.

 

Autosabotaje. ¿Por qué no salen bien tus relaciones?

Autosabotaje. ¿Por qué no salen bien tus relaciones?

 

Nos sentimos criaturas sobrevivientes a la catástrofe del amor. Entonces decidimos protegernos, alertarnos y en ese intento por subsistir, enterramos el presente y todas las posibilidades que traía. Aniquilamos la felicidad actual en nombre del viejo dolor.

Resistir, perdurar, sobrevivir. Parecemos seres en la búsqueda de evitar que nos trague el entorno. Nos hemos encontrado otras veces en plena ruina emocional, y entonces nos sentimos tan pequeños, tan invisibles que inconcientemente hicimos un pacto con nosotros. La meta fue escapar y no ceder, no permitirnos fragilidad para evitar heridas nuevas. No obstante, no lo advertimos y seguimos caminando pero, ¿hacia dónde? El miedo nos sigue guiando como un GPS y comenzamos a auto sabotearnos.
Iniciar una relación para destruirla suena ilógico, suponemos que nadie se enamora para sufrir o se casa porque desea divorciarse y sumirse en la depresión. Más, sucede.

El autosabotaje es esencialmente un continuo hábito condicionado y determinado por experiencias dolorosas o traumáticas en el pasado que socavan una y otra vez nuestro éxito personal, profesional o social. Es así que el nuevo fracaso nos lleva  a reafirmar ese patrón, provocando una herida más profunda, menor autoestima y menor confianza. Es un acto inconciente y aparentemente inexplicable por lo que es complejo notarlo. No podemos ver con claridad ‘Me estoy auto saboteando’. Al menos no hasta que decidimos aceptarlo, detectarlo y aplicar estrategias de salida.
Cuando nuestros motores son el miedo y la vulnerabilidad vivimos en una especie de necesidad de resurrección de las situaciones de dolor del pasado con el fin de asegurarnos que no seremos lastimados de nuevo. Creemos que vivir en esa hipervigilancia de peligros imaginarios o latentes nos dará seguridad. En el autosabotaje hay una enorme necesidad de control y seguridad. Se traduce en ‘evitar la felicidad para protegerme de la aflicción’, pero es tratar de curarse con veneno.

Un viejo chiste de la historietista argentina Maitena, pregonaba “Tuve una terrible pesadilla… que se cumplían todos mis sueños”. Su humor negro nos ilustra de un modo brillante. ¿Por qué lucharíamos si lográramos todo lo que deseamos?, pensamos estúpidamente. Tener, por ejemplo, la relación que desde nuestra percepción es, sino perfecta, sí ideal, nos traslada a pensar que algo debe estar mal, que debe haber algo escondido y oscuro que no alcanzamos a ver dado el enamoramiento, y nos enfocamos a esculcar hasta hallar lo que sea que nos regrese a ese usual patrón de negligencia emocional. Por otro lado, más allá de la incredulidad de que algo maravilloso puede estarnos pasando, auto sabotear una relación también nos permite encajar. Estamos acostumbrados a la disfuncionalidad, es lo común.  Por lo tanto así como buscamos identificarnos con base en la ideología y el estatus, también en la dinámica de nuestras relaciones. Se da una suerte de competencia y, ¿dónde podemos ganar más fácilmente y alimentar nuestro egocentrismo? Claro, en lo negativo.
Parece increíble pero así funcionamos. ¿De qué platicaríamos entonces con las amigas si no es de la serie de quejas que hemos recopilado desde nuestro último encuentro? La felicidad incomoda, nos relega porque a la mayoría le disgusta sentarse a escuchar la capacidad que tiene una persona de encontrar la perfección en su vida.

Además, existen otros factores cruciales: el apego y el merecimiento. Por ejemplo, en total apego, cuando surge algo que te hace generar expectativas de felicidad, lo primero que sientes es miedo a perderlo, en vez de disfrutarlo, ser conciente de que estará en tu vida el lapso que sea adecuado y deberás dejarlo ir con la convicción de que el tiempo -de cada situación o persona- es perfecto. Pero, ¡no!, si ya lo tienes, debes cuidarlo, protegerlo, amarrarlo porque si se acabara o se fuera, serías miserable. ¿Por qué no creer que si está ahí es porque lo mereces? Te resulta más simple ejecutar acciones que lo alejan o lo van llenando de cicatrices, con el fin de evitar que se te escape de las manos y salir lastimada. El resultado es exactamente lo contrario.

El apego es un espejismo que te hace creer que algo debe ser permanente, es la negación al cambio y la negociación, a las nuevas etapas y a la pérdida. Es la vinculación compulsiva a una situación o persona originada por la creencia de que no es posible ser feliz sin éstas.Nuestra consciencia de merecimiento nace de nuestras creencias fundamentales, y su raíz subyace en lo que creemos que somos, no lo que realmente somos. Está estrechamente ligado con la autoestima.

El merecimiento es la convicción de que somos dignos, valiosos y nos aceptamos. Es el amor total hacia ti y tus defectos sin basarte en la concepción de los demás; es sentirte en condiciones de recibir. Obviamente vendrá el auto sabotaje si sentimos que no merecemos ser felices soportándonos en las heridas de relaciones anteriores, en las características de nuestros lazos familiares, imagen de nuestros padres y hermanos, en los mapas mentales que construimos desde niñas sobre nosotras con base en la opinión externa; hasta en la concepción que mamamos en casa acerca de cómo debe ser el amor y tener una pareja. Cuando están presentes todos o la mayoría de esos ‘ingredientes’, invariablemente creeremos que las cosas buenas nos suceden por suerte pero que se irán fácilmente y constantemente experimentaremos incertidumbre o angustia porque la tempestad se acerca, porque es lo común. Concluimos entonces que lo mejor es huir o hacer que huya de nosotros eso que nos causa tanta ansiedad gozar y por ende perder. Porque nos sentimos profundamente lastimadas.

Quizás el fallo común entre un rompimiento y otro en nuestra cadena de amores esté en que los hemos boicoteado pero no lo reconocimos anteriormente. No se trata de que ahora tengas una culpa más con la cual latiguearte sino de atacarla. Hay muchas formas de sabotaje, analiza cuál es el modo en el que tú operas. ¿Cómo?, muy simple.  Piensa qué te genera apego y miedo, en qué acciones temes imperiosamente que incurra tu hombre, o bien, qué es lo que sucede en una relación incipiente que te empuja a salir corriendo sin causa válida. También el impedir que nos amen es una forma de auto boicotearnos la felicidad. Pulido Romagosa comenta que “una de las formas más comunes de auto sabotearnos es poner barreras, mostrarnos inaccesibles e impenetrables o fingir indiferencia como herramientas justificables de nuestros actos”. Por ejemplo, se acerca a ti un tipo que te parece demasiado bueno, no cumple con el patrón del macho castigador por lo que lo menos amenazante es desilusionarlo, despreciarlo, y te repites ‘Es demasiado lindo, no funcionaría’. Y tienes razón, no funcionará porque no crees que merezcas que alguien te haga sentir bien y te valore. En el fondo tienes pánico. Lo mismo puede pasarte con las oportunidades de trabajo u otras áreas de vida. Tú solita te pones el pie porque ¿qué harás con tanta expectativa de felicidad? ¿Y si no salen bien las cosas?

 

Alarmas de auto sabotaje:
Este mapa te dará algunas herramientas para sincerarte contigo e identificar si estás saboteando tu relación, igualmente si debes buscar soporte en terapia. Te mereces una relación sana y libre, sin miedos y sin boicots.

1. Vives en el pasado y en el futuro
No sabemos vivir en el presente, de acuerdo a la mayoría de las disciplinas espirituales, el único espacio-tiempo donde puede existir la felicidad. Si la sitúas en el pasado, en la añoranza o en el futuro, en la expectativa ¿cuándo vas a ser feliz?

Antídoto:  Presente
El psiquiatra Nick Arizza, en su artículo Relationships: Self Sabotage As a Way of Feeling Safe comenta que La única manera de vivir plenamente sin auto sabotearte está en el presente, liberando las viejas emociones dolorosas y negativas. Proponte vivir en el ahora, desde escribiendo o repitiendo en voz alta cada que empieces a recordar o a futurear, ‘Yo soy mi presente’, ‘Yo vivo aquí y ahora’, hasta buscando alternativas como el yoga, el Reiki y otras herramientas que te permitan situarte en el lugar donde estás.

2. Tienes pánico al fracaso
El auto sabotaje proviene de la creencia de que si intentas algo nuevo, si te enrolas en una relación, fracasarás.

Antídoto: Enfrenta el miedo
El error no es más que aprendizaje, quítale la carga emocional al fracaso. Nada pasará, al contrario, te quedarás con una nueva experiencia y crecerás. Comienza por atreverte a hacer algo que te provoca ansiedad y confía. Confía en ti y en tu pareja, en lo buena que eres, en lo mucho que mereces ser feliz. Estás a salvo.

3. Eres adicta al maltrato
La psicoterapeuta y autora Anne Katherine puntualiza en su libro When Misery Is Company: End Self-Sabotage and Become Content, “Los adictos a la miseria crean todo un sistema a través del cual sobreviven al abandono, el miedo, la separación, la desilusión, los duelos. Ese sistema los ha salvado de la aniquilación por lo que se vuelven adictos al bloqueo”. Cuando hemos sido rechazados o tratados con poco amor en cualquier ámbito, generamos una necesidad a continuar esa afinidad con el dolor al tiempo que creemos que huimos de él bloqueando todo lo bueno que pudiera ayudarnos a salir de ese círculo.

Antídoto
Es uno de los factores que normalmente requieren ayuda profesional, no porque sea más complejo que los otros sino porque hay toda una historia detrás de esa adicción. Comienza por generarte bienestar. Enséñate a amarte a ti misma, valorándote y dejando de utilizar el pasado como un predictor del presente. Busca apoyarte en un terapeuta y regálate la sanación más grande de tu vida.

4. Charla interna destructiva
Constantemente puedes escuchar cómo te repruebas y repruebas a tu pareja, te quejas, encuentras o te propones encontrar aspectos negativos. No puedes dejar de pensar en las consecuencias fatales y le restas valor a lo que se traduce como positivo tanto en él y su relación como en tu entorno.

Ruta de escape: Perdonar y dejar ir
Enfócate en lo positivo, rescata el lado bueno de tu pareja. Habla sobre lo que te gusta en él, piensa en lo que te llevó a enamorarte. Procúrate situaciones de bienestar. Analiza qué posee él que se parezca a ese miedo del pasado. Y perdona. Perdónate y perdona a quien te lastimó. Perdonar no es olvidar, es quitarle la carga emocional al hecho, desapegarte de él. Es un proceso diario y que en ocasiones requiere de una mano profesional. Si en ese andar descubres que él realmente continúa exacerbando ese miedo. Es decir, si no estás imaginando sino que él sí actúa alimentando tu adicción al maltrato, piensa si mereces estar con él.

5. Un ‘yo protector’ miedoso
De acuerdo a los autores David J. French y Michael Maguire, en su libro ‘En busca de mi verdadero yo’, todos poseemos un ‘yo protector’ que nos alerta sobre el peligro o sobre las ventajas. Cuando dejamos que ese ‘yo protector’ nos asesore en cada segundo de decisiones al grado que lo escuchamos más a él que a nuestra pareja, a sus actos o a nosotros mismos, vivimos en auto sabotaje. Creemos que sobrevivimos pero lo único que estamos haciendo es no vivir.

Antídoto: Regálate retos
Sal de esa concha, de esa comodidad disfrazada de víctima y hoy mismo haz algo nuevo e inspirador con tu pareja. Calla a ese ‘Yo protector’ y demuéstrale que allá afuera es seguro, que es seguro amar, equivocarse y responsabilizarse de los riesgos.

6. Él es quien se está auto saboteando
Sabes que no es ningún secreto que lo similar busca a lo similar. Él puede tener sus propias heridas y basar en ellas su relación. Analiza lo que sabes sobre su historia de vida. Tal vez ambos estén en una vorágine de auto sabotajes mutuos. No podrás dejar este hábito si vives con quien boicotea la relación. Una de las investigaciones del psiquiatra y doctor en filosofía Drew Stevens, advierte que una pareja que se auto sabotea sólo alimenta más la depresión y ansiedad de quien pretende escapar de su propio auto sabotaje y es en gran escala, lo que provoca el mayor índice de fracaso.  Comenta que “de acuerdo a las estadísticas, las mujeres son más proclives al auto sabotaje, porque la mayoría creció en una cultura donde la poca valía es común en dicho género”.

Antídoto: O juntos o separados
Ínstalo a que él también encuentre alivio al reconocerse como un auto saboteador y proponle seguir estos pasos así como buscar ayuda tanto individual como de pareja. Cada uno podrá trabajar en su propios ‘demonios’ al tiempo que sana la relación. No lo justifiques ni lo postergues más. ¿No lo acepta o no quiere colaborar? Bueno, una forma de dejar el auto sabotaje es buscando relaciones que realmente te aporten bienestar y paz. Quizás en tu búsqueda de auto boicot, lo elegiste a él y ya es tiempo de reconocer lo que mereces.

Permítete ser feliz y constrúyete con base en quien eres hoy. Hay un mundo de abundancia allá afuera, deja que llegue a ti.

Elsy Reyes

 
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Love is a Religious Problem

Posted by Squall on Oct 23, 2013 in Life Lessons, Love Lessons, My Thoughts

Hoy quiero compartir este video. Para pensarse y reflexionarse las ideas que propone Jason Silva.

Script:

“So theres a great line that says that sex  is a dissapointing answer to life´s riddle and that love is ultimately a religious problem – What we hope to get with love is what we fail to get with god.

Once Nitzche tolds us that god is dead we needed something else to believe in, so now we deify the other. When in love they are like the wind, they are our salvation, she becomes the sun.

What we really hope to get from love is completion, its transcendence, its inmortality NOW, its stepping off that people mover that’s carrying everyone else towards dead, its transcending the human condition. By merging with an incarnation of the divine we might be saved too.

Ultimately when we fall in love it’s a prayer, it’s a sacrifice, we give ourselves and hope that this being of light will save us from this animal condition.

The whole purpose in the human condition is to leave our animality behind and become the symbolic beings, the self creating beings that we are, this self aware, self creating consciousness that is constantly scripting and rewriting and editing it own subjective unfolding mind. Mind constantly  trumping matter.

We can sense the divine within ourselves, we see the divine  in ourselves, the namasté and we just reach out and try to get it from the other and perhaps the impulse to find salvation in the other is a mistake and perhaps the answer is in your creativity instead…”

“Hay una gran frase que dice que el sexo es una respuesta decepcionante para el acertijo que es la vida, y el amor es en ultimo caso un problema religioso. Lo que esperamos obtener con el amor es lo que fallamos en conseguir con dios.

Una vez que Nitzche nos dijo que dios estaba muerto, necesitabamos algo más en lo que creer, así que ahora divinizamos al otro. Cuando estamos enamorados, el otro es el viento, es nuestra salvación, se convierte en nuestro sol.

Lo que realmente esperamos obtener del amor es comletarnos, trascender, obtener la inmortalidad ahora, es salirse de ese movimiento que carga a la gente hacia la muerte, es trascender la condición humana al fusionarnos con la encarnación de lo divino esperamos salvarnos también.

En ultima estancia, el enamorarnos es un rezo, es un sacrificio, nos damos a nosotros mismos y esperamos que este otro ser de luz nos salve de esta condición animal.

El propósito de la condición humana es dejar nuestra animalidad atrás y convertirnos en seres simbólicos, en los propios creadores que somos, este ser consciente, consciencia creadora propia que esta constantemente haciendo guiones, reescribiendo y editando el despliegue de su mente subjetiva. La mente constantemente derrotando a la materia.

Podemos percibir lo divino en nosotros, vemos lo divino en nosotros, el namasté y solo nos acercamos y tratamos de obtenerlo de el otro y tal vez el impulso de buscar la salvación en el otro es un error y tal véz la respuesta está en nuestra creatividad…”

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Las 20 cosas que tienes que dejar ir para ser feliz

Posted by Squall on Oct 11, 2013 in Life Lessons, Love Lessons, My Thoughts

Creo que todos tenemos el mismo objetivo en la vida: alcanzar la verdadera felicidad. Cada quién tiene hace su propia definición de lo que considera que representa la felicidad y se vive el día a día buscando estar en este estado. Pero el mayor factor que nos detiene para alcanzar nuestro sueño es, simple y tristemente, nosotros mismos. Nos ponemos limitaciones cada día, ya sea intencional o no intencionalmente. Hay muchas maneras de eliminar estas restricciones.

Primero recordando que la vida puede ser algo que abracemos o algo de lo que nos escondamos. Dejemos de hacer las cosas complicadas y simplemente vivamos nuestras vidas. Sería mucho más simple y más disfrutable si aprendieramos a liberar ciertas limitaciones.

La siguiente es una lista de  las principales cosas que necesitamos dejar ir para realmente convertirnos en una persona más feliz.

 

1. La aprobación de otros.

¿A quién le importa lo que las demás personas piensen? Si eres feliz con las decisiones que has tomado, entonces a quién más le concierne que no seas tu? Piensa en cuánto podrías lograr si ya no dejaras que la opinión de los demás dicte la manera en que vives tu vida. A algunos nos pesa más este punto que a otros, porque en cierto nivel, todos queremos ser aprobados por nuestros seres cercanos, pero la principal persona quien deberíamos buscar aprobación es de nosotros mismos.

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2. Enojo y resentimiento.

El enojo te comerá por dentro. Aprende cómo hacer la paz con aquellos que te hayan contradecido, lastimado o irritado. No se trata de mandar a volar a la otra persona, se trata de aliviar el dolor que tenemos dentro. Como dicen, “aquél que te enoja, te controla”. Permanecer en un estado constante de resentimiento hacia cierta persona por X cosa que haya hecho, solo nos desgata y perdemos energía y ánimo al recordar este evento y no perdonarlo.

 

3. Ver de manera negativa tu cuerpo.

Solamente hay una persona de la que te deberías preocupar en lo que concierne a tu cuerpo, y esa persona eres tu. Nadie puede determinar cual es el “correcto” tipo de cuerpo. Unos kilitos de más no te hacen gord@. Este mismo estrés de no verte como la sociedad te dice que debes verte incluso llega a hacerte subir o bajar excesivamente de peso. Si estas agusto con tu cuerpo y eres saludable entonces eso debería ser lo unico que te importe. No dejes que los otros te digan que no te ves bien porque si tu crees que lo eres, entonces lo eres.

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4. La idea de una pareja perfecta.

No hay tal cosa como la pareja perfecta. En la vida, lo que no nos permite seguir adelante es ver la imagen perfecta que creamos en nuestra mente de nuestra pareja. Encuentra la persona correcta para ti: una que puedas amar con todo tu corazón, una con la que te sientas en confianza, que te acepte por la persona que eres. Mientras más pronto te des cuenta de que no hay una persona perfecta para ti allá afuera, lo mejor que estarás contigo mismo.

“He’s not perfect. You aren’t either, and the two of you will never be perfect. But if he can make you laugh at least once, causes you to think twice, and if he admits to being human and making mistakes, hold onto him and give him the most you can. He isn’t going to quote poetry, he’s not thinking about you every moment, but he will give you a part of him that he knows you could break. Don’t hurt him, don’t change him, and don’t expect for more than he can give. Don’t analyze. Smile when he makes you happy, yell when he makes you mad, and miss him when he’s not there. Love hard when there is love to be had. Because perfect guys don’t exist, but there’s always one guy that is perfect for you.”

– Bob Marley

 

5. La vida perfecta.

Así como no existe la pareja perfecta, no hay tal cosa como una vida perfecta. La vida es lo que tu hagas con ella, si no estas dispuesto a trabajar duro y esforzarte, muy probablemente terminaras siendo miserable. Las decisiones que tomes directamente se reflejarán en la vida que lleves. Depende de ti el crear el mejor mundo posible para ti mismo.

 

6. La idea a ser rico o millonario.

Muchas personas viven sus vidas con la idea de que van a ser millonarias algún día. Mientras que este puede ser una meta realista para algunos, no es algo que pueda ser logrado sin harduo trabajo y dedicación. Deja de poner el dinero como tu princial motivador; encuentra una carrera que te apasione y sumérgete en ella completamente, lo demás llega por añadidura y si tu meta es acumular basto capital, la mejor forma de lograrlo es haciendo algo que realmente disfrutes y no por el mero hecho de acumular números en una cuenta de banco.

7. La idea de que la buena fortuna va a llegar a la puerta de tu casa.

Necesitas salir al mundo y activamente buscar ahí tu realización. No puedes tomar el asiento trasero en tu vida y esperar que las cosas sucedan solitas para ti. Aprecia la vida que vives y se agradecido por lo que tienes. Valora cada minuto de cada día. Vive como si no hubiera un mañana y saca provecho de lo mejor de cada situación.

 

8. Excusas

No hagas tiempo para excusas. Quieres hacer ejercicio, pero no tienes tiempo? Levántate temprano y ve a hacerlo al gym. Las excusas son solo razones que nos hacen sentir mejor sobre nosotros por no hacer algo que queremos / necesitamos estar haciendo. ¿Quieres resultados? deja de quejarte y empieza a hacerlos.

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9. Pensamientos de tu ex.

Esta persona es tu ex por una razón. Si vas a pensar en el o ella, trata y piensa solo en las lecciones y las experiencias que esta persona te enseñó. No te quedes recordando y analizando sentimientos viejos, solo te va a impedir que puedas ser feliz con alguien más en el futuro.

 

10. Terquedad.

Se que es dificil de admitir, pero algunas veces simplemente estamos mal. No siempre tenemos la razón. Otras personas tienen igual o mayor capacidad que nosotros para dar la respuesta correcta a algo, así que deja de ser terco y solo acéptalo. Mientras menos testarudo actúes, lo más abierto que estarás para aprender nuevas cosas. Piensa en todo lo que podrías estar expuesto si dejaras de creer que solo tus opiniones son correctas.

 

11. Procrastination / posponer cosas

Deja de pensar que llegarás a cualquier tarea o que hacer el día de mañana. Vive en el momento presente, y haz las cosas cuando tengan que hacerse carajo! Maximiza tu tiempo, mejora tu habilidad para organizarte. Completa cada tarea lo más pronto posible. No termines haciendo listas y listas de todo lo que tienes o quieres hacer, anóta las tareas pero también vacía esa lista. Esto te va a hacer sentir más libre de procupaciones y estres al sacar las cosas del camino lo antes posible. A la vez también te permites más tiempo libre para disfrutar de las cosas que amas.

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12. Tus relaciones pasadas.

Todos hemos sido lastimados en algún momento u otro por alguien a quien amábamos, o pensábamos que amábamos. Cargar con estas emociones negativas a relaciones futuras solamente será desastrozo. Nos saboteamos a nosotros mismos sin darnos cuenta. No hay dos personas iguales, así que es injusto juzgar a tu futura pareja por algo visto en una relacion pasada. Trata de empezar cada nueva relación en blanco. No te predispongas a que todas tus relaciones acabarán igual que las anteriores. Dejate sorprender por la otra persona y ve realmente quién es.

 

13. Negatividad.

Lo que le pidas al universo regresará a ti, así que cambia la manera en que piensas inmediatamente. Piensa que la vida es un vaso medio lleno en lugar de uno  medio vacío. Tienes tanto de lo cual estar agradecido, si tan solo te tomaras un minuto para apreciarlo. Cualquier cosa es posible en la mente de una persona que piensa positivamente.

 

14. Pensamientos críticos.

¿Por qué la gente siente esta constante necesidad de preocuparse por lo que ocurre en la vida de los demás? Si pasaramos más tiempo preocupándonos sobre nuestro propio comportamiento como nos preocupamos por el de otras personas, nuestras vidas tendrían mayor significado. No tenemos idea de lo que sucede en la vida de todas las personas, así que ¿quiénes somos para juzgar todos sus actos? Vive y deja vivir.

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15. Envidias.

La felicidad no es tener lo que queremos; es querer lo que tenemos. Deja de envidiar a los demás y aprende a apreciar lo que tienes. La vida de cada quien es única; todos tenemos ciertas cosas que ofrecer que otros no pueden. cuando actuamos de una manera envidiosa, lo único que hacemos es traer emociones negativas a nuestras vidas. No hay abolutamente nada que ganar al actuar de esta manera.

16. Inseguridad.

Las personas más felices tienden a tener mayores niveles de autoestima. Se aceptan por quienes son y trabajan cada día de su vida para crecer. Irradian confianza y vibras positivas. No hay razón ara ser inseguro a la vida. Si hay cosas de las cuales eres consciente que no te gustan, ve afuera al mundo y busca cambiarlas. Solo tú tienes la habilidad de crear la mejor versión de tí mismo.

17. Depender de otros para ser feliz.

Al final del día, la única persona en la que puedes confiar el 100% del tiempo es en tí mism@. No cometas el desafortunado error que muchos cometen y pongas tu felicidad en manos de otras personas. Una relación no va a llenar el vacío si no puedes por ti mismo ser feliz. Necesitas alcanzar la felicidad por tu cuenta antes de que puedas encontrarla en alguien más con quién compartirla. Esto crea una dependencia que evita que te vuelvas auto suficiente.

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18. El pasado

Deja de vivir en el pasado! No hay absolutamente nada que puedas ganar al quedarte pensando en tus antiguos errores una y otra vez. Tómalos como lecciones aprendidas y sigue adelante. No puedes moverte completamente a un futuro mejor si sigues constantemente viendo hacia atrás. Las cosas pasan y así es la vida.

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19. La necesidad de control.

Hay ocasiones en que solo debes dejar que la vida suceda de la manera en que tiene que ser. No puedes pasar toda tu vida estresado por las cosas que estan fuera de tu control. Trata de relajarte y solo deja que pase todo natural. Abraza lo desconocido porque ahí es donde serás sorprendido. Déjate llevar por la corriente de la situación en que estés y saborea cada momento de emoción que traiga consigo.

 

20. Expectativas.

Manejar tus expectativas es la llave a la felicidad. Si dejas ir las expectativas, nunca vas a ser decepcionado en cada momento en el que estes. relacionado con el punto anterior, deja de imaginar como quieres que sucedan las cosas o qué cosas deberían ocurrir para que te sientas feliz y en su lugar simplemente deja que sucedan. Seguido tendemos también a creer que la manera en que tratamos a los demás es la manera en que nos van a tratar a nosotros. Desafortunadamente, esto no siempre pasa. No esperes un cierto resultado en cualquier situación dada. Ve a cada experiencia con una mente abierta. Esto te permitirá meterte de lleno sin ninguna presión de vivir bajo ideas preconcebidas.

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Los Pasos del Amor de Osho, Parte 3

Posted by Squall on Jul 17, 2012 in Love Lessons

Tercero: comparte.

Cuando tengas algo negativo, guárdalo para ti. Cuando tengas algo positivo, compártelo. La gente, comúnmente, comparte sus negatividades, no comparte sus experiencias positivas. La Humanidad es simplemente estúpida. Cuando están contentos no comparten, son avaros. Cuando se sienten infelices, son muy pródigos. Entonces están mucho más dispuestos a compartir. Cuando la gente sonríe, sonríe muy moderadamente, sin llegar muy lejos, pero cuando están furiosos, lo están totalmente. El tercer paso es compartir la positividad. Esto hará que tu amor fluya como un río y hará que surja de tu corazón. El dilema de tu corazón empezará a cambiar cuando compartas.

He oído un dicho muy extraño de Jorge Luis Borges. Escúchalo: “Dale aquello que es sagrado a los perros. Arroja las perlas a los puercos porque lo que importa es dar”. Has oído lo contrario que dice así: “No arrojes nada a los perros y no des perlas a los puercos, porque no entenderán”.Lo que importa no es lo que estás dando: perlas, santidad y amor, ni a quién se lo estás dando. Eso no es importante.

Lo importante es que estés dando. Da cuanto tengas. Gurdjieff solía decir: “Todo lo que acumulé, lo perdí y todo lo que di, es mío. Todo aquello que di aún lo tengo, y todo lo que acumulé se perdió, se fue.” Cierto; tienes sólo aquello que has compartido. El amor no es una propiedad para ser guardada; es un resplandor, es una fragancia para ser compartida. Cuanto más compartas, más tendrás; cuanto menos compartas, menos tendrás.

Cuanto más compartas, más surgirá de tu interior. Es infinito; más brotará. Saca agua del pozo y más agua fresca fluirá hacia él. Deja de sacar agua, cierra el pozo, sé un miserable y cesará de manar. Poco a poco las fuentes morirán, se bloquearán y el agua que está en el pozo se corromperá, se volverá rancia y sucia. El agua que corre es fresca… el amor que fluye es fresco.

El tercer paso hacia el amor es compartir tus cosas positivas, compartir tu vida, compartir todo lo que tengas. Todo lo bello que tengas, no lo escondas.

Comparte tu sabiduría, comparte tu oración, tu amor, tu felicidad, tu gozo; comparte. Sí, si no encuentras a nadie, comparte con los perros, pero comparte. Con las rocas, pero comparte. Cuando tengas perlas, espárcelas. No te preocupes si las das a los puercos o a los santos. Lo que importa es dar.

El almacenamiento envenena el corazón. Toda acumulación es venenosa. Si compartes, tu sistema estará libre de venenos. Y cuando des, no te preocupes por si serás correspondido o no, no esperes ni tan siquiera las gracias. Siéntete agradecido a la persona que te permitió compartir algo con ella. No esperes en el fondo de tu corazón que él tenga que sentirse agradecido porque compartiste algo con él. No, siéntete agradecido porque él estuvo dispuesto a escucharte, a compartir un poco de energía contigo, porque estuvo dispuesto a escuchar tu canción, dispuesto a ver tu danza, porque cuando fuiste hacia él a darle no te rechazó… pudo haberlo hecho.

El compartir es una de las virtudes más espirituales, una de las más grandes.

 

Y la cuarta: no seas “alguien”.

Una vez que comienzas a pensar que eres alguien, te estancas. Entonces el amor no fluye. El amor sólo fluye de alguien que no es nadie. El amor mora sólo en la nada. Cuando estás vacío, hay amor. Cuando estás lleno de ego, el amor desaparece. El amor y el ego no pueden converger. El amor puede existir con Dios y no con el ego, porque el amor y Dios son sinónimos. Es imposible que el amor y el ego estén juntos. Así que, sé la nada. El “no ser” es la fuente de todo, el “no ser” no ser es la fuente del infinito… “no ser” es Dios. Ser “la nada” significa nirvana. Sé “la nada” y al serlo, habrás alcanzado el Todo. Siendo “algo” te perderás; al ser “la nada”, llegarás a casa…

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Los Pasos del Amor de Osho, Parte 2

Posted by Squall on Jul 5, 2012 in Love Lessons

El segundo paso hacia el amor es: aprende a transformar tus venenos en miel…

Mucha gente ama, pero su amor está muy contaminado con venenos, con odio, celos, furia, posesividad. Mil y un venenos asedian tu amor. El amor es algo delicado. Detente a pensar en la ira, en el odio, en la posesividad, en los celos. ¿Cómo puede el amor sobrevivir?

En primer lugar las personas utilizan demasiado la cabeza y olvidan el corazón. Son la mayoría. Una minoría, todavía vive un poco en el corazón, pero esa minoría también está equivocada, su pequeña luz de amor está rodeada por celos, odio, ira y mil y un venenos. Así, todo el viaje se vuelve amargo. El amor es la escalera entre el cielo y el infierno, pero la escalera siempre tiene dos caminos: puedes subir o bajar. Si existen venenos, la escalera te llevará hacia abajo. Entrarás en el infierno y no en el cielo. Y en vez de alcanzar una melodía tu vida será un estruendo nauseabundo, contradictorio, como el ruido del tráfico. Un ruido enloquecedor, una multitud ruidosa, sin armonía. Permanecerás al borde de la locura.

Por lo tanto lo segundo a recordar es: aprende a transformar tus venenos en miel.

¿Cómo serán transformados? Hay un proceso simple. De hecho no es correcto llamarlo transformación porque no tienes que hacer nada, sólo necesitas paciencia. Te estoy revelando uno de los mayores secretos. Inténtalo: cuando sientas rabia, no hagas nada, sólo siéntate en silencio y observa. No estés ni a favor, ni en contra. No cooperes con ella, no la reprimas. Sólo obsérvala, ten paciencia, mira lo que sucede… déjala surgir.

Recuerda una cosa: nunca hagas nada cuando el veneno se apodere de tu estado de ánimo, simplemente espera. Cuando el veneno empiece a cambiar…

Esta es una de las leyes básicas de la vida: todo cambia continuamente. Como te había dicho, el hombre se vuelve mujer y la mujer se vuelve hombre, porque periódicamente ocurren cambios en ti. El hombre bueno se vuelve malo y el malo bueno; el santo tiene momentos de pecador y el pecador, de santo… uno sólo tiene que esperar.

No actúes cuando la furia está en su punto más álgido, si no te arrepentirás y entrarás en una reacción en cadena y crearás karma. Es así como entras en el karma. Haz algo cuando estés en un momento negativo y formarás parte de una cadena interminable. Cuando estás negativo y actúas, el otro se vuelve negativo, el otro está dispuesto a hacer algo. La negatividad genera más negatividad. La negatividad provoca más negatividad, la furia crea más furia, la hostilidad crea más hostilidad y las cosas siguen y siguen y siguen. La gente ha estado luchando entre sí, durante vidas enteras. ¡Y aún continúan!

Espera. Cuando estás furioso, éste es el momento de meditar; no desperdicies ese momento. La ira está creando tanta energía en ti… que puede destruirlo todo. Pero la energía es neutral; la misma energía que puede destruir, puede ser creativa. Detente. La misma energía que puede destrozarlo todo, puede ser una lluvia de vida.

Sólo espera. Si esperas y haces las cosas sin prisa, un día te sorprenderás al ver el cambio interno. Estabas lleno de ira y la ira iba aumentando y aumentando hasta que llegaste a un clímax… y entonces el curso de las cosas empezó a cambiar. Y puedes ver que está cambiando y la furia va desapareciendo y la energía liberándose. Entonces estarás en un estado de ánimo positivo: el ánimo creativo. Ahora puedes hacer algo. Hazlo ahora.. Espera siempre el momento positivo.

Y no estoy hablando de represión, no estoy diciendo que suprimas lo negativo. Lo que digo es que observes lo negativo. Recuerda la diferencia, existe una tremenda diferencia. No digo que te estanques en lo negativo, que te olvides de lo negativo, que hagas algo en contra de ello, no. No estoy diciendo eso. No digo que sonrías cuando estás furioso, no. Esa sonrisa será falsa, fea, fingida. No sonrías cuando estés furioso. Enciérrate en tu cuarto, coloca un espejo frente a ti y mira tu rostro lleno de rabia. No hay necesidad de mostrárselo a nadie. Es cosa tuya, es tu energía, tu vida y debes esperar el momento oportuno. Sigue mirándote al espejo, mira tu cara enrojecida, los ojos rojos, al asesino en ti. ¿Has pensado alguna vez que cada uno lleva un homicida en su interior? Tú también llevas uno. No creas que el asesino está en otra parte, ni creas que el que comete el asesinato es otro. No, todos tienen la posibilidad de asesinar. Llevas el instinto suicida en ti.

Mírate en el espejo; esos son tus diferentes estados, debes familiarizarte con ellos. Conocerse a uno mismo forma parte del crecimiento.

Desde Sócrates hasta nuestros días se ha oído: “Conócete a ti mismo”. Pero ésta es la manera de conocerse a uno mismo. “Conocerte a ti mismo”, no significa sentarse silenciosamente y repetir: “Soy Brahma, soy una alma, soy Dios, soy esto….” no tiene sentido. Conocerse a uno mismo quiere decir conocer todos los estados, todas las posibilidades: el asesino, el pecador, el criminal, el santo, lo sagrado dentro de ti, la virtud, el Dios, el Diablo. Conoce todos los estados, toda su gama; conociéndolos descubrirás secretos, llaves.

Verás que la ira no permanecerá para siempre, o ¿sí podrá? No lo has intentado; ¡Inténtalo! No puede permanecer para siempre. Si no haces nada, ¿qué sucederá? ¿Podría la ira quedar suspendida por siempre y para siempre? Nada permanece para siempre. La felicidad viene y se va, la infelicidad viene y se va. ¿Entiendes esta simple ley? Todo cambia, nada permanece. Así que, ¿por qué tener prisa? La rabia ha llegado. Se irá. Sólo espera, ten un poco de paciencia. Mira en el espejo y espera. Déjala correr, deja que tu rostro se vuelva feo y homicida, pero espera y observa.

No reprimas la rabia y no actúes bajo su influencia y pronto verás que tu rostro se suavizará, tus ojos se calmarán; la energía cambia, lo masculino se convierte en femenino… y pronto estarás radiante. La misma rojez que era rabia ahora ha adquirido un cierto resplandor, una belleza en tu rostro, en tus ojos.. Ahora puedes salir, el momento de actuar ha llegado. Actúa cuando estés positivo. No fuerces a la positividad, deja que llegue a su tiempo.. Este es el secreto. Cuando digo: “Aprende a transformar tus venenos en miel” , eso es lo que quiero decir.

 

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Los Pasos del Amor de Osho, Parte 1

Posted by Squall on Jun 28, 2012 in Love Lessons

Si, otro post de Osho. Este está un poco extenso porque entra en diferentes ideas, así que lo voy a dividir en varias partes. Asi que mpecemos con el primer punto:

El primero: estar aquí y ahora, porque el amor sólo es posible en el “aquí-ahora”. No puedes amar en el pasado.

Muchas personas viven simplemente de recuerdos, amaron en el pasado. Y hay otros que aman en el futuro; eso tampoco se puede hacer. Estas son formas de evitar al amor. El pasado y el futuro son las formas de evitar al amor.

De modo que amas en el pasado o amas en el futuro y el amor es sólo posible en el presente porque sólo en este momento la vida y la muerte se encuentran.. . en el oscuro intervalo que está dentro de ti. Ese intervalo oscuro está siempre en el presente, siempre en el presente, siempre en el presente. Nunca es pasado y nunca es futuro. Si piensas demasiado—y pensar es siempre o del pasado, o del futuro—tus energías se separarán de tus sentimientos. Sentir es estar aquí-ahora. Si tus energías se mueven en función del pensar, entonces no tendrás suficientes energías para adentrarte en los sentimientos y el amor no será posible.

Así que el primer paso es estar aquí-ahora. El futuro y el pasado traen pensamientos y el pensar destruye el sentir. Y una persona obsesionada con el pensar, poco a poco se olvida completamente de que también tiene un corazón.

Un hombre que piensa demasiado, avanza de tal manera que, poco a poco, deja de expresar lo que siente. No prestándole atención al sentir, empieza a alejarse de él. Hay millones de personas en este estado sin saber qué significa el corazón. Creen que es sólo un mecanismo. Se concentran exclusivamente en la mente. La mente es un extremo, es necesaria, es un buen instrumento, pero debe usarse como un esclavo. No debe ser el amo. Una vez que la mente se convierta en el amo y dejes en segundo término al corazón, vivirás, morirás, pero no sabrás qué es Dios, porque no sabrás qué es el amor.

Al contactar con él por primera vez ,ese intervalo oscuro parece ser amor y cuando te pierdes en él, se convierte en Dios. Dios comienza con el amor, o Dios es la última cúspide del amor.

To be continued…

 

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¿Por qué es tan difícil relacionarse?

Posted by Squall on Jun 19, 2012 in Life Lessons, Love Lessons

Porque todavía no eres. Hay un vacío interno y el miedo de que, si te relacionas con alguien, tarde o temprano descubrirán que estás vacío. Por eso parece más seguro mantener una cierta distancia de la gente; al menos puedes fingir que eres.

No eres. Aún no has nacido, eres sólo una oportunidad. Todavía no eres una plenitud, y sólo dos personas plenas pueden relacionarse. Relacionarse es una de las cosas más grandes de la vida: relacionarse significa amar, relacionarse significa compartir. Pero antes de poder compartir, debes tener. Y antes de poder amar debes estar lleno de amor, desbordante de amor.

Dos semillas no pueden relacionarse, están cerradas. Dos flores sí pueden relacionarse; están abiertas, pueden ofrecerse su fragancia mutuamente, pueden bailar al mismo sol y al mismo viento, pueden tener un diálogo, pueden susurrar. Pero eso no es posible para dos semillas. Las semillas están completamente cerradas, sin ventanas, ¿cómo se van a relacionar? Y esa es la situación.

Cuando nace, el hombre es una semilla; puede llegar a ser una flor, puede que no. Todo depende de ti, de lo que hagas contigo mismo; todo depende de si creces o no. Es tu elección, y hay que afrontar la elección a cada momento; cada momento estás en la encrucijada. Millones de personas deciden no crecer. Permanecen como semillas; permanecen como potencial, nunca se hacen realidad. No saben lo que es realizar el propio potencial, no saben lo que es la autorrealización, no saben nada sobre ser. Viven completamente vacíos, mueren completamente vacíos. ¿Cómo van a relacionarse?

Será exponerte a ti mismo, tu desnudez, tu fealdad, tu vacío. Parece más seguro mantener una distancia. Incluso los amantes mantienen una distancia; sólo llegan hasta un punto, y permanecen alerta para ver cuándo retroceder. Tienen límites; nunca cruzan los límites, permanecen confinados en sus límites. Sí, hay una especie de relación, pero no es la de relacionarse, sino la de la posesión. El marido posee a la mujer, la mujer posee al marido, los padres poseen a los hijos, y así sucesivamente. Pero poseer no es relacionarse. De hecho, poseer es destruir todas las posibilidades de relacionarse.

Si te relacionas, respetas; no puedes poseer. Si te relacionas, hay una gran reverencia. Si te relacionas, te acercas muchísimo, estáis muy, muy cerca, en profunda intimidad, en imbricación. Sin embargo, no interferís en la libertad del otro, que sigue siendo un individuo independiente. La relación es de tipo «yo»-«tú», no «yo»-«eso» superponiéndose, interpenetrándose y, a la vez, en cierto sentido independientes. Pero normalmente existe el miedo, porque no tienes ninguna fragancia; si te muestras,  implemente apestarás. Apestarás a celos, odio, ira, lujuria. No tendrás la fragancia del amor, la oración, la compasión.

Millones de personas han decidido permanecer como semillas. ¿Por qué? Pudiendo ser flores y bailar al  viento y al Sol y a la Luna, ¿por qué han decidido permanecer como semillas? Hay algo en su decisión: la semilla está más segura que la flor. La flor es frágil. La semilla no es frágil, la semilla parece más fuerte. La flor puede ser destruida fácilmente; sólo un poco de viento y los pétalos se disiparán. La semilla no puede ser destruida tan fácilmente por el viento, la semilla está muy protegida, segura. La flor está expuesta, algo tan delicado, y expuesto a tantos riesgos: puede venir un viento fuerte, puede llover a cántaros, el Sol puede quemar demasiado, algún tonto puede arrancar la flor. A la flor puede sucederle cualquier cosa, a la flor puede sucederle de todo, la flor está constantemente en peligro. Pero la semilla está segura; por eso, millones de personas deciden permanecer como semillas. Pero permanecer como semilla es permanecer muerto, permanecer como semilla es no vivir en absoluto. Es seguro, desde luego, pero no tiene vida. La muerte es segura, la vida es inseguridad. Quien realmente quiera vivir tiene que

vivir en peligro, en peligro constante. Quien quiera alcanzar las cimas tiene que arriesgarse a perderse. Quien quiera ascender a las cimas más altas tiene que arriesgarse a caer de alguna parte, a resbalarse. Cuanto mayor es el anhelo de crecer, mayor es el peligro que hay que aceptar. El hombre verdadero acepta el peligro como su estilo mismo de vida, como la atmósfera misma de su crecimiento.

Me preguntas: «¿Por qué es tan difícil relacionarse?» Es difícil porque aún no eres. Primero, sé. Todo lo demás sólo es posible después: primero, sé. Jesús lo dice a su propia manera: «Primero busca el reino de Dios, y todo lo demás te será dado por añadidura.» Esto es simplemente una vieja expresión de lo mismo que estoy diciendo: primero sé, y todo lo demás te será dado por añadidura.

Pero ser es el requisito básico. Si eres, el valor llega como consecuencia. Si eres, surge un gran deseo de aventura, de explorar, y cuando estás listo para explorar, te puedes relacionar. Relacionarse es explorar, explorar la conciencia del otro, explorar el territorio del otro. Pero cuando exploras el territorio del otro tienes que permitir y acoger que el otro te explore a ti; no puede ser una calle de dirección única. Y sólo puedes permitir que el otro te explore cuando tienes algo, algún tesoro, en tu interior. Entonces no hay miedo. De hecho, tú invitas al huésped, tú abrazas al huésped, tú lo llamas, tú quieres que entre. Quieres que vea lo que has descubierto en ti mismo, quieres compartirlo.

Primero sé, luego te puedes relacionar, y recuerda, relacionarse es bello. Una relación es un fenómeno totalmente diferente; una relación es algo muerto, fijo. Relacionarse es un proceso. Evita las relaciones, y profundiza más y más en relacionarte.

Yo pongo el énfasis en los verbos, no en los sustantivos; evita los sustantivos todo lo que puedas. En

el lenguaje no puedes evitarlos, ya lo sé; pero en la vida, evítalos, porque la vida es un verbo. La vida no es un sustantivo, en realidad es «viviendo», no «vida». No es «amor», es «amando». No es «relación», es «relacionando». No es una canción, es cantando. No es un baile, es bailando. Observa la diferencia, saborea la diferencia. Un baile es algo completo; ya se han dado los últimostoques, ya no queda nada más que hacer. Algo completo es algo muerto. La vida no sabe de puntosfinales; las comas están bien, pero no los puntos finales. Los lugares de descanso están bien, perono los puntos de destino.

En vez de pensar en cómo relacionarte, cumple el primer requisito: medita, sé, y luego relacionarse saldrá de ello por sí mismo. Alguien que se vuelve silencioso, gozoso, alguien que empieza adesbordar energía, que florece, tiene que relacionarse. No es algo que tenga que aprender a hacer,empieza a suceder. Se relaciona con personas, se relaciona con animales, se relaciona con árboles,se relaciona incluso con rocas.

De hecho, se relaciona veinticuatro horas al día. Si camina por la tierra, se relaciona con la tierra… al tocar sus pies la tierra, se está relacionando. Si nada en el río, se relaciona con el río, y si mira las estrellas, se relaciona con las estrellas.

No se trata de relacionarse con alguien en particular. El hecho básico es que, si eres, toda tu vida se vuelve un relacionarte. Es una canción constante, una danza constante, es una continuidad, es un flujo como un río.

Medita, encuentra tu propio centro primero. Antes de poder relacionarte con otra persona, relaciónate contigo mismo. Este es el requisito básico que hay que cumplir. Sin esto, nada es posible. Con esto, nada es imposible.

 

~Osho en “El libro de la mujer”

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Sobre el Amor y el Matrimonio

Posted by Squall on May 22, 2012 in Life Lessons, Love Lessons

Les comparto algo que leí y se me hizo muy interesante de un libro de Osho. Tal vez sea un poco extenso pero vale mucho la pena leerlo una o dos veces para captar y digerir todas las ideas. Esta tomado de una plática donde le realizaron la siguiente pregunta:

Si el amor queda destruido en el matrimonio, ¿cómo debemos vivir si deseamos compartir el amor y nuestros pensamientos cotidianamente, y también criar niños con la madre y el padre?

Yo nunca he dicho que el amor sea destruido por el matrimonio. ¿Cómo puede el matrimonio destruir el amor? Sí, es destruido en el matrimonio, pero lo destruyes tú, no el matrimonio. Lo destruyen los miembros de la pareja. ¿Cómo puede el matrimonio destruir el amor? Eres tú quien lo destruye, porque no sabes lo que es el amor. Simplemente haces como si supieras, simplemente confías en que sabes, sueñas que sabes, pero no sabes lo que es el amor. El amor hay que aprenderlo; es el mayor arte que existe.

Si hay gente bailando y alguien te pide: «Ven a bailar», tú dices: «No sé.» No saltas sin más y te pones a bailar y haces que todo el mundo piense que eres un gran bailarín. Lo que harás es quedar como un payaso. No probarás que sabes bailar. Hay que aprender, la gracia del baile, su movimiento. Tienes que entrenar el cuerpo para ello.

No vas y te pones a pintar sin más porque hay un lienzo disponible y hay un pincel y colores. No te pones a pintar sin más. No dices: «Están todos los requisitos, así que puedo pintar.» Puedes pintar, pero no serás un gran pintor de esa manera.

Conoces a una mujer, ahí está el lienzo. Inmediatamente te vuelves un amante, empiezas a pintar. Y ella empieza a pintar en ti. Por supuesto, los dos acabaréis quedando como dos tontos -tontos pintados- y tarde o temprano comprenderéis lo que sucede. Pero nunca pensaste que el amor es un arte. No has nacido con ese arte, no tiene nada que ver con tu nacimiento. Tienes que aprenderlo. Es el arte más sutil.

Has nacido con sólo una capacidad. Por supuesto, has nacido con un cuerpo; puedes ser bailarín porque tienes cuerpo. Puedes mover tu cuerpo y puedes ser bailarín, pero tienes que aprender a bailar. Se necesita mucho esfuerzo para aprender a bailar. Y bailar no es tan difícil porque estás implicado tú solo en ello.

El amor es mucho más difícil. Es bailar con otra persona. El otro también es necesario para saber lo que es bailar. Encajar con alguien es un gran arte. Crear una armonía entre dos personas… dos personas significa dos mundos diferentes. Cuando dos mundos se acercan, habrá un choque si no sabes cómo armonizar. El amor es armonía. Y la felicidad, la salud, la armonía, todo ello sale del amor. Aprende a amar. No tengas prisa por el matrimonio, aprende a amar. Primero vuélvete un gran amante.

¿Y cuál es el requisito? El requisito es que un gran amante siempre está dispuesto a dar amor y no se preocupa si se lo devuelven o no. Siempre es devuelto, esa es la naturaleza de las cosas. Es como si vas a las montañas y cantas una canción, y los valles responden. ¿Has visto un sitio con eco en las montañas, en las colinas? Gritas y los valles gritan, o cantas y los valles cantan. Cada corazón es un valle. Si viertes tu amor en él, responderá.

La primera lección del amor es no pedir amor, sino simplemente darlo. Da siempre. Y la gente está haciendo justo lo contrario. Incluso cuando dan, sólo dan con la idea de que el amor debería volver a ellos. Es un negocio. No comparten, no comparten libremente. Comparten con una condición. Siguen mirando con el rabillo del ojo a ver si vuelve o no. Gente muy pobre… no conocen el funcionamiento natural del amor. Tú simplemente da, y ya vendrá.

Y si no viene, no hay nada de qué preocuparse, porque un amante sabe que amar significa ser feliz. Si viene, bien; entonces la felicidad se multiplica. Pero incluso si nunca viene de vuelta, el acto mismo de amar te hace tan feliz, tan extático… ¿qué importa si viene o no?

El amor tiene su propia felicidad intrínseca. Sucede cuando amas. No hay necesidad de esperar el resultado. Simplemente, empieza a amar. Poco a poco verás que mucho más amor vuelve a ti. Tan sólo amando uno ama y llega a saber lo que es el amor. Igual que uno aprende a nadar nadando, amando uno ama.

Y la gente es muy tacaña. Esperan que llegue algún gran amado, y entonces amarán. Permanecen cerrados, permanecen ensimismados. Simplemente, esperan. De alguna parte llegará alguna Cleopatra y entonces abrirán su corazón, pero para entonces ya han olvidado completamente cómo abrirlo.

No pierdas ninguna oportunidad de amar. Incluso paseando por la calle puedes ser amoroso. Incluso con un mendigo puedes ser amoroso. No es necesario que tengas que darle algo; puedes sonreír, al menos. No cuesta nada, pero tu sonrisa misma abre tu corazón, hace que tu corazón esté más vivo. Toma a alguien de la mano, un amigo o un extraño. No esperes pensando que sólo amarás cuando aparezca la persona apropiada. Entonces la persona apropiada no aparecerá nunca. Sigue amando. Cuanto más amas, mayor es la posibilidad de que aparezca la persona adecuada, porque tu corazón comienza a florecer. Y un corazón en flor atrae a muchas abejas, a muchos amantes.

Te han educado de una manera muy equivocada. Primero, todo el mundo vive con la falsa impresión de que todo el mundo ya sabe amar. Sólo por haber nacido crees que ya sabes amar. No es tan sencillo. Sí, hay potencial, pero el potencial hay que entrenarlo, disciplinarlo. Existe una semilla, pero tiene que florecer. Conviértete en una flor, no te quedes en semilla.

Dos personas que no son felices por separado, harán que el otro esté aún peor cuando se junten. Eso es matemático. Tú no eras feliz, tu esposa no era feliz, ¿y esperáis que estando juntos vais a ser felices los dos? Esto es una aritmética muy sencilla, como que dos y dos son cuatro. Es así de simple. No forma parte de ninguna aritmética más elevada; es muy corriente, lo puedes contar con los dedos. Ninguno de los dos será feliz. Mi sugerencia es que el matrimonio debería suceder después de la luna de miel, nunca antes. Sólo si todo va bien, sólo entonces debería suceder el matrimonio.

La luna de miel después del matrimonio es algo muy peligroso. Que yo sepa, el 99 por 100 de los matrimonios ya han acabado para cuando termina la luna de miel. Pero entonces estás atrapado, ya no hay manera de escapar. Entonces toda la sociedad, la ley, los tribunales, todos están contra ti si abandonas a tu esposa, o tu esposa te abandona a ti. Entonces, toda la moralidad, la religión, el cura, todos están contra ti. De hecho, la sociedad debería crear todas las barreras posibles para el matrimonio y ninguna para el divorcio.

La sociedad no debería permitir que la gente se casara tan fácilmente. Los tribunales deberían crear barreras: vive con esa mujer al menos dos años, y entonces el tribunal puede permitirte que te cases. Ahora mismo están haciendo justo lo contrario. Si te quieres casar, nadie pregunta si estás preparado o si sólo es un capricho, y es sólo porque te gusta la nariz de esa mujer. ¡Qué insensatez! Uno no puede vivir simplemente con una nariz larga. Pasados dos días habrás olvidado la nariz. ¿Quién mira la nariz de la propia esposa? Una vez que os conocéis, la belleza desaparece.

No se debería permitir que dos personas vivieran juntas el tiempo suficiente para conocerse, para familiarizarse. E incluso si quieren casarse, esto no se les debería permitir. Entonces los divorcios desaparecerían del mundo. Los divorcios existen porque los matrimonios son erróneos y forzados. Los divorcios existen porque los matrimonios se llevan a cabo en un estado romántico.

Uno no debería casarse con una mujer o con un hombre por estar de humor poético. Dejad que llegue el humor de la prosa, entonces podéis asentaros. Porque la vida cotidiana se parece más a la prosa que a la poesía. Hay que ser suficientemente maduro.

La madurez significa que uno ya no es un tonto romántico. Uno comprende la vida, uno comprende la responsabilidad de la vida, uno comprende los problemas de estar con otra persona. Uno acepta todas las dificultades y aun así decide vivir con esa persona. Uno no espera que todo vaya a ser siempre un Paraíso, que todo van a ser rosas. Uno no espera esas tonterías; uno sabe que la realidad es difícil. Es dura. Hay rosas, pero muy pocas; hay muchas, muchas espinas.

Cuando ya seas consciente de todos estos problemas y aun así decidas que merece la pena arriesgarse y estar con alguien en vez de estar solo, entonces cásate. Entonces los matrimonios nunca matarán el amor, porque este amor es realista. El matrimonio sólo mata el amor romántico. Y el amor romántico es lo que la gente llama «amor de cachorros», de jóvenes. Uno no debería fiarse de eso. Uno no debería pensar que eso le va a nutrir. Puede que sólo sea como un helado. Puedes comerte uno de vez en cuando, pero no depender de ello para tu nutrición. La vida tiene que ser más realista, más en prosa.

Y el matrimonio mismo nunca destruye nada. El matrimonio simplemente trae a la superficie lo que está oculto en ti, lo saca. Si hay amor oculto tras de ti, dentro de ti, el matrimonio lo saca a la superficie. Si el amor era sólo una pretensión, sólo un cebo, entonces tarde o temprano tiene que desaparecer. Y entonces tu realidad, tu fea personalidad, aparece. El matrimonio es simplemente una oportunidad para que salga todo lo que tenías que sacar.

Yo no digo que el amor sea destruido por el matrimonio. El amor es destruido por la gente que no sabe lo que es el amor. El amor es destruido porque, para empezar, no hay amor. Habéis estado viviendo en un sueño. La realidad destruye ese sueño. De otra forma, el amor es algo eterno, forma parte de la eternidad. Si creces, si conoces el arte y aceptas las realidades de la vida amorosa, entonces el amor sigue creciendo cada día. El matrimonio se convierte en una tremenda oportunidad para llegar al amor.

Nada puede destruir el amor. Si está ahí, sigue creciendo. Pero tengo la impresión de que no está ahí para empezar. No te entendiste a ti mismo; era otra cosa lo que había ahí. Quizá había sexo, atracción sexual. Entonces va a destruirse, porque una vez que has amado a una mujer, la atracción sexual desaparece, porque la atracción sexual sólo sucede con lo desconocido. Una vez que has saboreado el cuerpo de esa mujer o de ese hombre, la atracción sexual desaparece. Si tu amor era solamente atracción sexual, entonces está destinado a desaparecer.

Así que nunca confundas el amor con alguna otra cosa. Si el amor es realmente amor… ¿A qué me refiero cuando digo «realmente amor»? Quiero decir que con sólo estar en presencia del otro te sientes feliz de repente, con sólo estar juntos te sientes en éxtasis, la mera presencia del otro llena algo profundo en tu corazón… algo empieza a cantar en tu corazón, entras en armonía. La mera presencia del otro te ayuda a serenarte. Te vuelves más individual, más centrado, con los pies más en el suelo. Entonces, eso es amor.

El amor no es una pasión, el amor no es una emoción. El amor es una profunda comprensión de que alguien, de alguna manera, te completa. Alguien hace de ti un círculo completo. La presencia del otro realza tu presencia. El amor te da libertad para ser tú mismo; no es posesión.

Así que observa. Nunca pienses que el sexo es amor; si no, serás engañado. Permanece alerta, y cuando empieces a sentir con alguien que su presencia, su mera presencia -nada más, no se necesita nada más; no pides nada-, sólo su presencia, sólo lo que el otro es, es suficiente para hacerte feliz… algo empieza a florecer en ti, mil y un lotos florecen… entonces estás enamorado, y entonces puedes pasar por todas las dificultades que crea la realidad. Muchas angustias, muchas ansiedades, serás capaz de pasar por todas ellas, y tu amor florecerá más y más, porque todas esas situaciones se volverán desafíos. Y tu amor, al superarlos, se hará más y más fuerte.

El amor es eternidad. Si está ahí, entonces sigue creciendo y creciendo. Conoce el principio pero no conoce un fin.

OSHO en “El Libro de la Mujer”

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